A diferencia de los miles deasesinatos que han ocurrido durante el presente sexenio, y como si fuera un “milagro” divino, durante la mañanera de hoy el presidente López Obrador aseguró que ante los asesinatos de dos sacerdotes jesuitas dentro de una iglesia en Chihuahua, ya investigan el caso y, “al parecer”, ya hay información de los responsables.
Los presbíteros de la Iglesia Católica fueron asesinados el pasado lunes en un templo en la comunidad de Cerocahui, en el municipio chihuahuense de Urique, una zona con alta presencia del crimen organizado.
“Urique está en la Sierra de Chihuahua, de Creel hacia adelante, por Témoris, por Chínipas. Es una zona de bastante presencia de la delincuencia organizada. Parece que ya se tiene información de los posibles responsables de estos crímenes. Es lo único que tenemos, pero estamos trabajando en eso”, señaló el mandatario federal en Palacio Nacional.
Los sacerdotes protegían a una persona
Resaltó que el crimen hacia los sacerdotes fue abordado en la reunión del gabinete de seguridad que encabezó este martes, previo a su conferencia Mañanera.
“Tenemos información de ayer por la tarde noche de unos asesinatos en Urique, de, al parecer, de dos sacerdotes jesuitas. La información que tenemos hasta ahora, hasta las 5:00 de la mañana, es que entraron a la Iglesia de Urique persiguiendo a una persona, lo asesinaron, salieron los sacerdotes y al parecer también ellos fueron asesinados”, expuso.
En la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional también se proyectó el mensaje que en redes sociales publicó la Compañía de Jesús, en su cuenta de Twitter de Jesuitas México, en el que confirma la muerte de los sacerdotes.
