Por Alejandro Villegas…
La confirmación del ciudadano presidente de su no asistencia a la novena Cumbre de las Américas no sorprende a nadie.
Era un hecho por demás concretado, porque Estados Unidos no cedió un ápice en su decisión de no invitar a mandatarios de países donde no se percibe el ejercicio de la democracia.
Tampoco extraña que de por un hecho que el presidente Biden lo recibirá el próximo mes, así como que en su calidad de organizador, el gobierno estadounidense exprese su respeto por la decisión adoptada por el ciudadano presidente.
Todo se da en el plano de la diplomacia y las buenas formas.
El ciudadano presidente hizo su jugada y ahora, en el corto plazo, con seguridad tratará de armar un círculo de mandatarios de la región que le permitan dar continuidad a su proyecto personal de liderazgo internacional.
Y con ello, ampliar la proyección de su proyecto personal, hacia el plano internacional.
Pero aún está por verse si es capaz de reunir las voluntades y lealtades que se requieren. No es lo mismo dirigir al pueblo bueno que colocarse al frente de un grupo de mandatarios acostumbrados a imponer su voluntad.
Monzón
De comprobarse la relación del ciudadano Javier López Zavala en el asesinato de Cecilia Monzón, desde cualquier vertiente de nada le servirá al priismo poblano el deslinde inmediato que realizó.
Se quiera o no militó en sus filas y ocupó lugares destacados en la política y gobierno locales. Incluso aspiró a gobernar Puebla.
De cualquier forma, el caso además de considerarse de alto impacto, terminará de manera obligada con la trayectoria del político poblano y salpicará a más de un personaje.
