A la víspera de la discusión en la Cámara de Diputados de su iniciativa de reforma eléctrica, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que son «tiempos de definición y sin medias tintas los legisladores tendrán que decidir si se colocan como defensores de los intereses de las empresas particulares nacionales y, fundamentalmente extranjeras o, si optan en los hechos por ser auténticos representantes del pueblo y de la nación.
En el marco del Informe de 100 días de su Cuarto Año de Gobierno, López Obrador señaló, «lo bueno es que pronto, muy pronto sabremos quién es quién en tan relevante emplazamiento».
Recordó que ya existe protección, en caso de una traición en este tema.
Anunció que, en caso de que no se alcancen las dos terceras partes de los votos para aprobar la reforma eléctrica por lo que llamó un «boicot de los legisladores entreguistas, enviará al día siguiente una iniciativa para modificar la Ley Minera.
«(La modificación) sólo requiere de la aprobación de la mayoría simple de los diputados y senadores para establecer que el litio, mineral estratégico en el desarrollo industrial y tecnológico futuro, ambicionado por las corporaciones y por gobiernos extranjeros y me consta, sólo podrá, mediante esta reforma, ser explotado por el Estado mexicano y quedará así como propiedad absoluta del pueblo y de la nación», sentenció.
Dijo que al recuperar la industria eléctrica, buscarán asegurar el abasto energético de las familias mexicanas a un precio justo.
Recordó que la Comisión Federal de Electricidad fue fundada durante el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas y que fue el presidente Adolfo López Mateos quien nacionalizó la industria eléctrica, para llevar energía a los pueblos más apartados del país.
«Esos lugares y esos hogares que las empresas privadas, que a las empresas privadas no les interesa atender y que se verían incapacitados para pagar el recibo de la luz y continuará imperando el afán empresarial de lucro y de ganancia y no el servicio en beneficio del pueblo».
