Por Alejandro Villegas…
La pretensión de que la 4T cuente con un banco para dispersar recursos no es mala, pero en el cuarto año de gobierno del ciudadano presidente lo cierto es que ese proyecto no terminan de consolidarse.
Ciertamente como insiste en señalar el ciudadano presidente ha aumentado el numero de sucursales del Banco del Bienestar en país, al tiempo que se siguen construyendo otras.
Pero desafortunamente su operación aún es lenta y poco eficaz, lo que se aprecia en las enormes filas que forman los beneficiarios de los programas sociales para recibir los recursos.
Sin duda, la dispersión de los recursos de programas sociales mediante un banco oficial es adecuada, pero se requiere de una calendarización y atención eficaz.
Además de ampliar su campo de acción para evitar que esas sucursales se aprecien vacias y sin operaciones durante muchos dias y luzcan atiborradas solo en las fechas en las que los beneficiarios acuden a ellas.
Hay que considerar que muchos de ellos con mayores de edad y otros tienen limitaciones físicas lo que complica su acceso, si se toma en cuenta las enormes filas.
De ahi que sería conveniente que además de pensar en ampliar sus operaciones para que reciban remesas, el ciudadano presidente y su séquito se concentren en la necesidad de hacer eficiente su operación.
Pasado
El ciudadano presidente reconoce que su administración enfrenta la inflación más alta de los últimos 20 años, pero su optimismo no cede.
Sin duda tiene números que le llevan a apreciar un horizonte distinto al que avizoran millones de familias mexicanas para quienes la cuesta de enero es apenas el inicio de un complicado 2022.
Ya la realidad se encargará con el paso de los días de demostrar que las apreciaciones palaciegas son erróneas.
