Por Alejandro Villegas…
A punto de cumplirse tres años del inicio de la gestión del ciudadano presidente, resulta más que obligado para cada ciudadana o ciudadano colocar en la balanza personal el cumplimiento de las promesas, pero sobretodo el reflejo del ejercicio de gobierno en el bienestar personal o familiar.
Apreciar sí en esos planos se está mejor o peor que antes, se traducirá sin duda en una evaluación por demás importante.
Evidentemente, pesará la forma en que se ha sorteado la pandemia del COVID-19, que se quiera o no impactó en la economía o bienestar tanto personal como familiar.
Fuera de ello, las criticas o elogios vertidos lo mismo desde la esfera gubernamental que partidista, salen sobrando.
Lo verdaderamente importante es que cada ciudadana o ciudadano, coloque en la balanza personal su percepción, y saque sus conclusiones.
Las declaraciones lo mismo del ciudadano presidente que de su séquito o adversarios, no tienen peso en la esfera de la evaluación social que en términos generales resulta implacable.
Las expectativas por un cambio en la conducción del país que se refleje en mejores niveles de vida, por parte de la población en general, son permanentes.
Y sin duda, a punto de cumplirse tres años de la actual gestión presidencial, la evaluación personal resulta tan indispensable, como indiscutible.
Resulta claro que cada ciudadana o ciudadano tendrá su percepción, acertada y tan sólida, como han sido otras en el pasado en el plano nacional que comenzaron con un optimismo generalizado y con el paso del tiempo, por el peso de la imponderable realidad, cambio drásticamente.
En consecuencia, no queda más que esperar el veredicto social, al amparo de la innegable realidad que se ajusta a aquella conseja popular, que advierte que cada quien habla de la feria, según le va en ella.
Retorno a clases presenciales
El inevitable retorno generalizado a clases presenciales, es esperado no sólo por alumnos, madres y padres de familia, sino por la población en general, por el impacto indirecto que tendrá en la economía, y todo indica que se concretará sin mayor oposición con el inicio de 2022.
Sin embargo, se debe considerar que la pandemia de COVID-19, en el plano internacional aún no se declara superada y bajo control absoluto.
Ciertamente el nivel de contagios y decesos han disminuido, pero el grueso de la población que regresará a las aulas, pese al eventual inicio de vacunación de personas entre 15 y 17 años, aún es considerable.
Y, la pandemia, ha demostrado que no respeta edades, en tanto que nuevas olas y variantes de la COVID-19, no dejan de surgir.
