La iniciativa para expedir la Ley General de Bienestar Animal busca impedir actos de crueldad contra los animales, fundamentalmente en las mascotas de compañía, por lo que no se trata de afectar ninguna actividad económica ni nada que ponga en riesgo nuestras tradiciones, afirmó el senador Ricardo Monreal Ávila.
El coordinador parlamentario de Morena afirmó en redes sociales que este proyecto no se dictaminará ni se aprobará sin que tenga un amplio consenso.
Ricardo Monreal dio a conocer que sostenido conversaciones con asociaciones de charros, veterinarios, el Consejo Nacional Agropecuario y colectivos protectores de animales, que le han comentado sus preocupaciones sobre el contenido de la iniciativa.
El senador recordó que se trata de una iniciativa, que tendrá que seguir el proceso legislativo, pero derivado de esas preocupaciones también se comprometió a que no se apruebe sin que alcance un amplio consenso.
Además, reiteró que el objetivo es que “no se cometan actos de crueldad contra los animales, fundamentalmente en nuestras mascotas, los animales de compañía, y no se trata de afectar ninguna actividad económica ni nada que ponga en riesgo nuestras tradiciones y costumbres”.
“Soy de origen campesino, mi familia se dedica a la agricultura y a la ganadería; en lo personal, me gusta montar, me gustan los caballos y por eso me urge mucho que todos tengamos una visión distinta sobre la protección animal, pero no vamos a cometer excesos”.
Ricardo Monreal dijo que se escuchará a todas las asociaciones e involucrado en el tema; “no vamos a dictaminar ni aprobar nada, sin antes escucharlos, pero además que tengamos un acuerdo amplio, un consenso amplio entre todos.
El proyecto del legislador para expedir la Ley General de Bienestar Animal plantea un cambio de raíz en cuanto a la idea de que los animales son cosas y pueden ser tratados como tales, por lo que introduce la figura de la tutela responsable, lo que significaría un avance hacia la dignificación de los animales de compañía.
Para ello, busca ampliar la gama de conceptos como el de “animal de compañía”, “animal destinado para consumo” y “animal en trabajo”, con la finalidad de diferenciar las relaciones humano-animal y, por ende, la competencia de las autoridades.
Además, define claramente el concepto de bienestar animal, pues la precisión en los conceptos de la Ley pretende otorgar certeza jurídica a los ciudadanos sobre su observancia y aplicación.
