Por Ricardo Burgos Orozco…
Seguramente recuerdan aquel juego muy popular de Serpientes y Escaleras. Me entretenía mucho con él desde muy niño con amigos o con familiares. Cuando parecía que ya estabas a punto de llegar a la meta, se te atravesaba una víbora y podías caer hasta el principio, pero al caer en alguna escalera, tenías posibilidades de subir y adelantarte a los demás competidores.
Me acordé de ese divertido entretenimiento en Auditorio, de la Línea 7 del Metro, que va de Barranca del Muerto a El Rosario. Era temprano y había mucha gente subiendo y bajando las largas escaleras para salir a la calle o llegar al andén. Un largo recorrido porque es una estación profunda.
Pero resulta que no servían las escaleras eléctricas y la gente se obligaba a subir y bajar por las escaleras fijas hasta que una señora de unos 70 años de edad, con un bastón, fue a buscar a un vigilante para pedirle que pusiera a funcionar las escaleras eléctricas. Muy diligente y hasta apenado, el policía se acercó, sacó una llave, apretó un botón y arrancó. Aproveché y yo también subí junto con la dama.
Entonces resulta que muchas escaleras eléctricas no están descompuestas sino las ponen a funcionar a capricho de los empleados de seguridad o del jefe de estación. Mientras tanto, miles de pasajeros sufrimos y sudamos la gota gorda para subir y bajar.
Un usuario que me encontré subiendo una escalera eléctrica sin funcionar en Pantitlán, me dijo que muchos empleados del Metro son muy “maloras porque desconectan adrede las escaleras eléctricas, a lo mejor para ahorrar luz o para hacer que los pasajeros hagan ejercicio”. Ya me di cuenta, le contesté.
El Sistema de Transporte Colectivo informó hace poco que está invirtiendo varios millones de pesos para renovar las escaleras eléctricas en todas las líneas. Me acordé que hace algunos años un director del Metro declaró que esa inversión fue muy costosa — por el mantenimiento que significa –. Hubiera sido mejor colocar escaleras fijas en todas las estaciones.
Según el director actual del STC, Guillermo Calderón, el porcentaje de escaleras eléctricas en funcionamiento en las líneas activases es de 96 por ciento – ya sabemos que no contamos con la Línea 12 por ahora y hasta dentro de cuando menos un año –. Sin embargo, dudo de esa cifra porque he visto muchas escaleras eléctricas detenidas descompuestas o detenidas intencionalmente por algún viborilla vigilante o trabajador del Metro.
Leí una información del buen amigo, Arturo Trejo – creador del exitoso portal Crónicas de Banqueta – que las primeras escaleras eléctricas de la Ciudad de México las instaló Liverpool en 1936 en su edificio de la calle 20 de Noviembre, en el Centro Histórico. En la actualidad, son muy necesarias para el traslado y movimiento de millones de personas y en el Metro mucho más ¡Quién lo hubiera creído en aquel tiempo!
