Tras casi dos horas de permanecer encapsulados por elementos de seguridad, y entre gritos e insultos, los encapuchados decidieron retirarse del Centro Histórico hacia el metro Garibaldi, al no poder llegar a la plancha del Zócalo con el fin de realizar más pintas y destrozos.
Sin embargo, lo hicieron resguardados tanto por policías como por personal de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México y de la organización civil Marabunta.
Un grupo de anarquistas que venía al final de uno de los contingentes, comenzaron a hacer destrozos y pintas por calles del Centro de la Ciudad de México.
A su encuentro con policías que les cortaron el paso, a las 17:20 horas, los anarquistas comenzaron a agredirlos y les lanzaron bombas molotov, con la intención de quemar y dañar a algunos uniformados.
Al momento, este grupo de anarquistas están encapsulados entre las calles de Cuba y Donceles.
Por su parte, los otros contingentes continuaron su marcha hacia el Zócalo sin mayores contratiempos.
