Tokio, Japón a 05 de agosto de 2021.- México suma una medalla de bronce más, esta vez en fútbol. La selección nacional derrotó al anfitrión Japón en duelo por el tercer lugar, obteniendo su segunda medalla en este deporte.
En un partido sin mayores complicaciones, apenas a los 11 minutos Alexis Vega era derribado en el área, por lo cual el árbitro marcó penalti, previa revisión en el VAR. Sebastián Córdova, sin titubeos, pateó hacia el lado izquierdo y anotó para poner en ventaja 1-0 a México.
Al ’22, el mismo Córdova cobró una falta, mandando un gran centro al área, que encontró Johan Vázquez para cabecearlo y mandarlo a guardar de nuevo a la derecha del arquero Kosei. El 2 a 0 subía al marcador. Con la confianza a tope, México se fue al descanso con la ventaja, y los japoneses apenas lograban aproximarse al área tricolor.
Ya en la segunda mitad, Japón realizaba un cambio de estrategia para buscar regresar al partido, y por momentos se notaba más insistente al ataque, pero México supo abrirse espacio, y al ’57 obtuvieron un tiro de esquina. Córdova cobró, y Alexis Vega remató de un cabezazo exactamente al mismo lugar de los otros dos goles. El 3-0 se decretaba, y la medalla se sentía más cerca que nunca.
Después de que México sacara a Diego Laínez del campo, el equipo bajó las revoluciones, mientras que los nipones no podían quedarse con ese marcador en contra en su propia casa, lanzándose con todo a buscar el gol, que tras una serie de tiros fallados y atajados por Ochoa, al final llegó por conducto de Kaoru Mitoma, que logró colarse al área y vencer al arquero Mexicano para lograr el gol de la honra y definir el 3-1 en el marcador.
Pese a la histórica presea, los jugadores mexicanos no recibirán sus medallas hasta mañana, una vez que finalice el partido por la medalla de oro entre Brasil y España, por lo que estarán presentes en la premiación, para formar el tradicional pódium.
Luego de esta medalla, México sumó la segunda en fútbol a su historial, tras haber ganado el Oro en Londres 2012. Japón, conserva únicamente el bronce ganado en México 1968, ganado justamente ante México, y cuya “espinita” por fin pudo sacarse el tricolor al devolverles la acción. “Es un sueño que teníamos desde niños”, afirmó Luis Romo. “Ahora podemos decir toda la vida que somos medallistas olímpicos”, finalizó el capitán Guillermo Ochoa.
