Por Alejandro Villegas…
El fracaso de la Consulta Popular del 1 de agosto, le da al ciudadano presidente la excusa perfecta para no cumplir con su promesa de campaña de proceder contra la mafia del poder.
No lo queda más que cumplir con el mandato ciudadano que con su abierto abstencionismo, le expresó su desinterés por el tema.
Podrá alegar que no tiene elementos para llevar ante tribunales a sus antecesores, e incluso sacar raja política al expresar como lo hizo que se trata de un ejercicio histórico que abre una nueva era en la democracia participativa.
También podrá decir que el resultado, aunque no vinculante de la consulta en la que participó poco más del 7 por ciento del padrón electoral, pone en evidencia el clamor ciudadano por enjuiciar a los ex mandatarios.
Sin embargo, la verdad es que si hay algún delito, puede proceder, sin el aval de consulta alguna, como en su momento lo hizo el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, en contra de Raúl Salinas de Gortari.
Pero lo que no puede establecer por más que se esfuerce es que fue un éxito, o que en el texto de la pregunta se vinculaba de manera clara a los expresidentes.
De cualquier forma, el ciudadano presidente alza la mano en señal de triunfo y como buen político, a la mexicana, como también lo hizo el ciudadano consejero presidente del INE, ve un éxito en donde a todas luces se exhibe un fracaso.
El pueblo bueno, por lo pronto ya demostró que el tema y la Consulta Popular, les fue indiferente.
Y en paralelo, el músculo social de Morena, quedó en evidencia.
Fueron incapaces de llevar a las urnas a los 33 millones de electores que los acompañaron en 2018 y los millones que se expresaron a su favor en julio pasado.
Manden dinero que estamos ganando. Sólo un ciego no ve el éxito que aprecia el ciudadano presidente.
Fuero
La demora en el Legislativo en donde Morena aún manda de manera holgada para despojar del fuero a los dos integrantes de la actual legislatura que tienen un proceso abierto en la Sección Instructora, solo pone en evidencia que el compromiso de desaparecer el fuero, no pasa de ser una simple expresión verbal.
Si se quisiera ir a fondo, tras el aval de la Sección Instructora, no habría pretexto para proceder en contra de los implicados para que queden a disposición de las autoridades.
Caras vemos, fueros ahí los vemos, los compromisos como las palabras se las lleva el viento. Que se haga la justicia en los bueyes de mi compadre, diría un clásico.
